jueves, 26 de marzo de 2015

EL DRAMA DE LA VIDA





¿Es mi vida dramática o lo creo yo misma?
Es algo que pienso constantemente; creo que nos hemos acostumbrado a vivir  en constante drama  en nuestras vidas que ya este hace parte de  ella.  El drama lo creamos  en nuestras mentes  y es producto de nuestro ego de ser controlados por nuestra mente. En cada relación personal y organizacional se unen dos egos los cuales salen a flote y se chocan, creando drama.

La única forma de dejar el drama en nuestras vidas es re-conectándonos con el ser para que la mente  no controle nuestra vida. No todos quieren abandonar el drama vital de  sus vidas ya que este mismo se ha convertido en su identidad y parte de cómo se identifican  y cómo se ven; si salen de su drama personal quedarían aún más perdidos que viviendo en un drama constante.

Aún estando  solos  y sin tener que enfrentar otros egos creamos  drama, cuando sentimos culpa, eso es drama, cuando sentimos compasión por nosotros mismos, drama, cuando permitimos que el pasado o el futuro oscurezcan el presente….drama.

Es una lucha constante  que no parece mejorar así las circunstancias externas cambien, porque realmente esto no arregla ningún problema, es una batalla contra nuestro propio ego, el ego se percibe como un elemento hostil externo sin ninguna conexión verdadera con otro ser y todo lo que hace es utilizar mecanismos para combatir el propio miedo y la sensación de carencia que está profundamente arraigada al ser; para esto el ego usa el ataque, el control, el poder, la defensa, la resistencia y un sinfín de  cosas que no terminaría de enumerar. Al mismo tiempo que esto sucede entramos en una lucha contra estos mecanismos de defensa y en ocasiones esto ha provocado guerras, genocidios, separaciones, discriminaciones  y  un sin número de eventos de la humanidad. Del mismo modo genera una guerra interna que crea tensión en nosotros mismos y que termina enfermando nuestro propio cuerpo.

Pero en realidad estamos enamorados de nuestro propio drama ¿? Le tememos más a perder nuestra propia identidad, buscamos las soluciones a un problema  e inmediatamente estamos en otro, será que realmente  no queremos perder nuestro drama?

La única  forma de salir de esto es de verdad  dejar de identificarnos  con el drama que hemos creado y llenarnos de aceptación y consciencia por lo q es realmente; un ser que no tenga posición de ataque o de respuesta no alimenta ninguna discusión con otro ego y aun más importante, con él  mismo.

Es decir que en conclusión nuestro conflicto interno cesará cuando ya no tengamos  ningún choque entre las exigencias y expectativas creadas por tu mente  y lo que realmente es.

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